Sin ser una metrópolis modelo, Guadalajara se ha convertido, sin embargo, en un referente en la discusión metropolitana. Desde que surgió la Asamblea Ciudadana por la Gobernanza Metropolitana y se aprobó la primera Ley de Coordinación Metropolitana del país hace tres lustros, Guadalajara se ha reinventado a sí misma, abriéndose a la discusión. Guadalajara ha consolidado su posición como la primera ciudad no capital de habla hispana de Latinoamérica. Aunque está lejos de tener las dimensiones de la Ciudad de México, y menos aún de la Zona Metropolitana del Valle de México, Guadalajara metropolitana es equiparable a varias ciudades capitales latinoamericanas.