En 1874, el gobernador Francisco Leyva hizo salir del estado de Morelos al juez de distrito de nombre San Salvador "a caballo y entre filas", luego de conocer la resolución del "Amparo Morelos" que invalidaba una ley hacendaria local. La Suprema Corte avaló el trabajo del juez y le ordenó regresar a Cuernavaca, en donde las autoridades locales lo enviaron a prisión por "sedición". El gobierno de Morelos manifestó que "...no podían permitir que un individuo involucrado en una conspiración se paseara libremente... y siguiera ejerciendo su propaganda revolucionaria".