OPINIÓN

Crímenes perfectos

Jorge Volpi EN MURAL

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La corrupción: durante toda la campaña, y desde que entró en funciones el nuevo gobierno, no hemos dejado de escuchar que la corrupción, en sus distintas encarnaciones, es el mayor problema del país, por encima de la violencia o la desigualdad. Una corrupción endémica y atroz, que todo lo permea y todo lo destruye, una corrupción que es como una imparable mancha de aceite, una corrupción que, afincada en la lógica neoliberal que el Presidente tanto aborrece, es la culpable de todo lo que no marcha en el país. La corrupción, pues, como el gran enemigo: si antes fue el narco -y su representación como mal absoluto-, ahora es esa especie de hidra de mil cabezas, abstracta y repulsiva, a la que se achacan todos los males de México.