Los Órganos Internos de Control (OIC), anteriormente denominados "contralorías", son entidades responsables de ejercer el control interno en las instituciones gubernamentales. Su función principal es supervisar y fiscalizar el adecuado uso de los recursos públicos, así como el correcto desempeño de las funciones de dichas instituciones. Además, tienen la facultad de investigar y sancionar a servidores públicos por faltas administrativas.