OPINIÓN

Clau

Fernando Padilla Gutiérrez Hermosillo EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Mis papás se casaron, se les quemó la casa, murió gente que amaban y a mi papá le dio cáncer. Así se les presentó la vida, sin un gramo de maquillaje. Pasaron dichas tribulaciones y un par de años, pero, pese al deseo, continuaban siendo dos. Optaron por un novedoso método, rompieron cochinito, volaron a San Francisco y contra expectativas por ser experimental, en un microscopio vieron vida. Regresaron ilusionados y rápidamente su casa se convirtió en un hospital; el beneficio de tener un hermano doctor. Reposo, mucho reposo. Fueron 36 semanas horneándonos para salir los tres. Por fin nos conocieron, pero nosotros ya nos conocíamos.