Al par del hábito de escribir he retomado, por necesidad, el hábito de caminar. Las ideas inicialmente arriban como un destello, poco claras, pero presentes. Física y metafóricamente, se perciben en la punta de la lengua. La hoja en blanco intimida, pero la banqueta de mi casa inspira. Comienzo con el pie derecho y prosigo con el izquierdo, momento que recuerdo lo mucho que disfruto salir a caminar. He tenido la fortuna de crecer en una colonia caracterizada por sus anchas banquetas, dentro de un plano urbano cuadriculado, con icónicas casas que forman parte del patrimonio de la ciudad y sus coloridos árboles, que rompen banquetas y piden perdón con una sombra, "de lado a lado".
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.