Chapala como el acontecer de lo que no se logró ni llegará a lograrse, pero aun así entrañable -o por eso mismo
Chapala
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
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Los tiempos de mayor apogeo de Chapala parecen demasiado lejanos como para que nadie viva aún que pueda rendir testimonio. A lo sumo, las añoranzas más añosas, de oriundos o fuereños o visitantes, datarán de varias décadas, pero no tantas como para remontarse a aquella en que María Félix famosamente pasó su noche de bodas en el Hotel Nido -la primera noche de la primera boda, se entiende, con Enrique Álvarez: ¿habrá placas conmemorativas en los sitios de las noches inaugurales de las bodas con Agustín Lara, con Jorge Negrete, con el banquero francés? Con el otro francés, el pintor, creo que nunca se casó, así que ahí no haría falta placa.