Desde hace días me pregunto si es que en México hemos llegado a un punto de no retorno en el tema del crimen organizado. Y por "tema" me refiero tanto a la guerra que a ratos parece librar el gobierno contra esa fuerza no tan oculta y que le gana batalla tras batalla como, también, a su industria; la que da empleos, produce dinero, mantiene familias y también cobra vidas.