Las sociedades se van transformando inevitablemente a un ritmo que le van determinando varios factores, fundamentalmente el desarrollo de sus fuerzas productivas y las afinidades y contradicciones que se van generando. Frente a esa cambiante realidad surgen concepciones y fuerzas políticas que opinan y luchan en la medida de su cambiante influencia por definir el rumbo y el ritmo de su transformación.