Me caen bien las personas con un tinte de melancolía. Aquellas que al cantar lloran un poco, las que abrazan despacio o las que escuchan vinil. Estas atrevidas personas que caminan la delgada cuerda de la melancolía. Es un complejo sentimiento que abraza tristeza con alegría, recuerdo con esperanza, duda con fe. En un mundo de pastillas antidepresivas cuestiono si existirá espacio para este baile de sentimiento.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.