OPINIÓN

Tenemos un país que se desintegra ante la incesante violencia y dos realidades muy contrastantes en la economía

Brújula

Luis Rubio EN MURAL

4 MIN 30 SEG

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La brújula no ha sido el fuerte de la mayoría de nuestros gobiernos, ciertamente no en la era contemporánea. Pero algunos, como el actual, se vuelan la barda. Desde el fin de la Revolución, hace más de cien años, no hubo un solo gobierno que no haya planteado al crecimiento económico como su objetivo central: unos lo lograron, otros fallaron, pero todos tuvieron el objetivo de elevar los niveles de vida y acelerar la movilidad social. Algunos fueron pragmáticos, otros ideológicos; unos profundos y claros de propósito, otros frívolos y superficiales. Algunos se distinguieron por el empleo de técnicos competentes, otros los despreciaron; algunos fueron (más) corruptos, otros extraordinariamente ambiciosos, pero todos intentaron elevar el producto per cápita de la población. Esto es, todos, excepto el actual. Este gobierno prefirió apostar por la lealtad que le confiere la preservación de la pobreza.