'Brillanteada'
Guadalupe Loaeza EN MURAL
"Brillanteada" es el nombre con el que bautizaron la manifestación del viernes pasado. Confieso que al principio me indignó la violencia con que protestaron más de 6 mil mujeres cuyas edades oscilaban entre 18 y 24 años. Pero al ver una y otra vez las imágenes y escuchar sus consignas y leer algunos carteles que decían cosas como: "Nos están matando y tú no haces nada", "Agradezcan que queremos justicia y no venganza", "El feminismo nunca ha matado a nadie, el machismo cada hora", "Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía", me dieron ganas de acompañarlas en su cruzada y comprendí que el tamaño de su ira era el tamaño de su frustración e impotencia. ¡Cuántas de estas jóvenes no habrán sido victimizadas, no nada más por acosadores anónimos, sino por su padre, tíos, hermanos y supuestos compañeros de la universidad! ¡A cuántas no les habrá dicho su madre: "no te creo", cuando se atrevían a denunciar al violador por el solo hecho de ser miembro de su familia! ¡Cuántas de ellas no habrán padecido tocamientos en el Metro o insinuaciones hirientes y súper machistas! Y, ¡cuántas de las manifestantes no habrán sido compañeras de la prepa o simplemente amigas, maltratadas, desaparecidas o violadas! Son tantas, que duele poner las estadísticas; de los años pasados y de lo que va del año 2019. Da vergüenza pertenecer a un país tan machista en el cual campea la impunidad con mexicana alegría.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores