En cuanto leí este artículo, sabía que lo tenía que publicar pues en esta era nos hemos vuelto (y eso es bueno) más ecológicos y sustentables, pero hay aspectos de estas áreas que de repente creemos que estamos haciendo bien y al contrario: podríamos estar haciendo un mal, y éste no es precisamente a la sociedad o al medio ambiente, sino a nuestros cuerpos.