El Hospicio Cabañas es un edifico orgullo de Guadalajara, se debe a la generosidad del obispo Juan Cruz Ruíz de Cabañas, al genio de Manuel Tolsá y al cuidado de José Gutiérrez. Está enclavado en pleno barrio de San Juan de Dios; inició la construcción en 1805, como Casa de Misericordia, casi terminado en 1810 fue ocupado como cuartel durante la guerra de Independencia, regresado a uso caritativo en 1829 como asilo para huérfanos; volvió a ser cuartel en 1834, 1846, 1852 y 1858. Una época importante en sus funciones de Casa de Misericordia se extiende de 1859 a 1874 cuando el hospicio fue administrado por las Hermanas de la Caridad. Debido a las Leyes de Desamortización de los bienes del clero les fue arrebatado a las Hermanas y pasó a manos de la Dirección de Educación del Estado.