Ante todo, una disculpa a mis amigos lectores por dos errores en recientes columnas. El primero se deslizó en la publicada el 14 de febrero en la que adjudiqué la construcción de la Rotonda al Ing. Vicente Mendoza. Responsabilizo del error a algún duende del teclado, pues no es posible que a mí se me haya confundido el apellido por el verdadero del ingeniero que es -todos lo sabemos- Mendiola.