OPINIÓN

Nos aferramos a creer que aquello que nos resulta vital e indudable bien puede no serlo para los habitantes de esa nueva geografía

Bailar y leer

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

5 MIN 00 SEG

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Hace cerca de veinte años, en mayo de 2003, el escritor Alessandro Baricco pronunció en la Feria del Libro de Turín un discurso titulado "Queridos jóvenes, es mejor no leer". No se trataba de soliviantar a los jóvenes bajo el supuesto, siempre infundado, de que son seres elementales que reaccionan con automatismos predecibles e invariables: si les dices que hagan algo, harán lo contrario, suelen pensar muchos adultos obtusos (y elementales y predecibles), y nunca es así. "No tengo ninguna duda que el placer de leer", empezaba diciendo Baricco, "así como la cultura del libro, está fuertemente relacionado a una derrota. A una herida y a una derrota. [...] Leer es siempre la revancha de alguien que en la vida fue ofendido, herido. Me parece que leer libros es una manera inteligentísima de perder [...] Sé que la gente de libros es, por lo general, gente que sufre". Había, pues, que tomar en un sentido literal esa conminación del novelista y ensayista.