Era viernes por la noche y el recinto estaba lleno. Yo con pausa y sin prisa tomaba sorbos de un tequila recién preparado, que además de bueno era gratis, lo cual lo hace saber mejor. Caminaba entre grupos de jóvenes, los cuales con asombro conversaban una y otra vez lo fuera de lugar que se sentía dicho evento. Guadalajara se vestía como Nueva York y se veía muy bien. Estaba en una azotea de Santa Tere escuchando discusiones en inglés, francés y hasta alemán. Brincando de un recinto a otro, abrumados por la gran oferta, pasándola poca madre.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.