Menos barroco, menos denso y más conciso que su antecesor. Sensatez y ecuanimidad de sobra. Poca demagogia, escasas promesas y ninguna frase que causara escozor.<BR><BR>Gerardo Martino fue el de siempre en el día de su presentación. Serio y sereno, cuidadoso de las palabras. Supo responder sin...