OPINIÓN

A un mes de dejar la Presidencia, AMLO se apresta a cumplir su último capricho a sabiendas de la crisis política que heredará a su sucesora

Autosabotaje

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Menos del 0.5 por ciento. Lo repito: menos del cero punto cinco por ciento. Ese es el margen de éxito de nuestro sistema de justicia penal. Dicho a la inversa, su ineficacia es de más del 95 por ciento. Más del noventa y cinco de impunidad. Y eso solo corresponde a los delitos que se denuncian ante las autoridades, no de aquellos que se cometen, los cuales se multiplican por diez. Como muchos otros analistas que han buceado en los datos, no me he cansado de denunciar que, al menos en materia penal, en México la justicia no existe. Somos un Estado fallido incapaz de proteger a sus ciudadanos: nuestro modelo está jurídicamente mal diseñado, sus incipientes mejoras -como el sistema penal acusatorio- han sido mal implementadas, la corrupción sigue instalada en todos sus niveles, la intromisión de la política y del crimen es sistemática, su profesionalismo es mínimo y aquellos que tienen poder -o dinero- siempre se salen con la suya. Y ello en un país con cientos de miles de muertes violentas, desapariciones, violaciones y secuestros.