En el Centro tapatío, las estaciones lucían a reventar y había decenas de niños.
Obviamente la sana distancia fue imposible de guardar, y MURAL constató que algunos usuarios no se ponían gel antibacterial.
Mucha paciencia necesitaron los usuarios para avanzar por los pasillos y las escaleras.
Al ser la novedad en la Ciudad, sigue siendo frecuente ver a las personas tomando fotos y videos de cómo es el recorrido.
La recomendación de permanecer en casa y no salir en grupo o con menores, fue ignorada por miles de personas en el Centro tapatío.
Las filas para tomar camiones también estaban saturadas, como ocurrió a la altura del Templo de San Francisco.
Como ha ocurrido antes, no todos los paseantes portaban cubrebocas, o estaban usándolo tan mal, que equivalió a no llevarlo.