Asedio al INE
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN MURAL
3 MIN 30 SEG
Bustrofedón. ¡Qué palabra ésa, palabra! Yo ya la conocía, pero no la recordaba. Y no me lo van a creer mis cuatro lectores: anoche se me apareció de pronto en la duermevela, como si estuviera escrita en la pared. De inmediato encendí la luz y la apunté, no fuera a suceder que de nuevo la olvidara. Ese exótico vocablo viene de dos términos griegos: bous, que significa buey, y stréphein, que quiere decir algo así como retornar, dar la vuelta, regresar. La palabra designa una forma de escritura que consiste en escribir un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda, a la manera en que el arado traza un surco en una dirección y el que sigue en la contraria. Tal modo de escribir, el bustrofedón, lo usó Leonardo da Vinci en algunos de sus cuadernos. Desciendo ahora a terrenos de menor altura. En una reunión doña Molota se jactaba de las habilidades de Manila, su hija. "Es ambidextra -decía-. Puede escribir con las dos manos; con ambas usa los cubiertos de la mesa; se maquilla con cualquiera de las dos manos...". "Es cierto -confirmó muy serio el novio de Manila-. Y otras cosas puede hacer también con las dos manos". (Supongo que se refería a tejer, tocar el piano, aplaudir, etcétera)... El rey López, o sea AMLO, tiene sitiado y bajo asedio al Instituto Nacional Electoral. Si consigue tomarlo no sólo atentará contra ese instituto ciudadano: también lesionará gravemente a la democracia y causará daño inconmensurable a México. Grandes esfuerzos y sacrificios de muchos mexicanos se necesitaron para quitarle al Estado la facultad de organizar las elecciones, llevarlas a cabo y dar a conocer sus resultados. López Obrador pretende anular esa conquista cívica. Su reforma electoral tiende a fortalecer su poder personal, lo mismo que el dominio de su régimen y su partido. Volveríamos a los tiempos del PRI. El ejercicio de la democracia por parte de los ciudadanos fue lo que permitió que AMLO llegara a ser presidente de México. Sorprende por eso que ahora esté atacando virulentamente a la institución que garantiza el ejercicio democrático, hasta el punto de pretender destruirla con propuestas tales como ésa de que el pueblo elija a los consejeros electorales, iniciativa que no es democrática, sino demagógica, pues deja al organismo electoral en manos del partido mayoritario, con mengua de la imparcialidad que debe presidir la labor de ese Instituto. Solamente los ciegos partidarios de AMLO no advierten que vamos camino de una dictadura, y ni siquiera de partido, como lo fue la del PRI, sino personal, la que López Obrador detentará a través de interpósita persona. Pobre país el nuestro, cuyo principal gobernante, lejos de ser demócrata, es enemigo de la democracia... Un ecologista es alguien que cuando escucha el relato del naufragio del Titanic pregunta: "Y ¿qué daños sufrió el iceberg?". El joven Naturio acudió a confesarse con el padre Arsilio. Llegó haciendo un sonido de campanitas, como si un ángel con manos de seda en mi ventanita tocara un madrigal, un madrigal. Le preguntó el buen sacerdote: "¿A qué esas campanitas?". Explicó el sujeto: "Las llevo en los tobillos, señor cura. Amo tanto a las hormiguitas de Nuestro Señor que temo pisar a una al caminar, y me pongo esas campanitas para advertirles de mi paso". "Conmovedora previsión -acotó el párroco-. Ahora dime tus pecados". "Acúsome, padre -declaró el individuo-, de que embaracé a cinco muchachas del pueblo". "¡Qué barbaridad! -profirió con enojo el padre Arsilio-. ¡En otra parte deberías ponerte las campanitas, desgraciado!"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
MÁS DE DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón