OPINIÓN

Arrancan

Bernardo González Mora EN MURAL

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Inició formalmente lo que ya había iniciado: la elección de jueces, magistrados y ministros. Había comenzado porque las aspirantes más conocidas, Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz tenían ya tiempo realizando campaña de promoción, aspiración que los medios se encargaron de realizar como parte de su tarea informativa resaltando sus cuestionamientos de que han sido objeto, dejando de lado, en la mayoría de los casos, sus muy probables cualidades que como todo ser humano las deben de tener. La crítica no es gratuita, a Yasmín Esquivel se le cuestiona el plagio de sus trabajos de titulación, a Lenia Batres su parentesco con Martí Batres, un prominente miembro del grupo gobernante, y lo mismo a Loretta Ortiz por la cercanía de su esposo con Andrés Manuel López Obrador. Para fortuna de las tres, poco se les cuestiona el principal motivo por el que debieran ser impugnadas: su militancia abierta en el partido gobernante, lo que desacredita la principal cualidad de un juzgador: su autonomía e independencia, atributos básicos para garantizar imparcialidad.