Dos asuntos han llamado fuertemente la atención y sacudido el escenario político: uno, el de la prisión preventiva oficiosa, de una fuerte repercusión en el ámbito de la seguridad y la justicia. El otro, la propuesta del PRI de extender la presencia del Ejército en tareas de lucha contra la delincuencia, temas de una gran complejidad que debieran enfrentarse con visión de Estado, sentido patriótico, al margen de los intereses políticos.