Durante todo el desarrollo del debate presidencial del domingo pasado, me mantuve pendiente de la red social "X". A lo largo de la hora y media que duró el intercambio de promesas utópicas y descalificaciones burdas, en ningún momento los tres candidatos representaron el "trending topic" más importante. La máxima tendencia fue la bulla en torno a David Faitelson y las opiniones sobre el resultado que acababa de darle el pase al Cruz Azul a la Final del balompié mexicano. Habría que analizar a fondo qué tanto el sentir o el pensar de las mayorías está fielmente representado en lo que se mal escribe en esa espantosa jungla tuitera pero, de entrada, el reflejo de prioridades resulta alarmante. Ignorancia, hartazgo, poca conciencia política, escepticismo total frente a los aspirantes a la presidencia, escasa reflexión, pasión matraquera por el futbol e insultos de todas marcas, antes que la educación, el análisis y las ideas. Por eso estamos como estamos.