Actuación inmunda
Guadalupe Loaeza EN MURAL
Qué actitud tan inmunda tiene López Obrador al no querer reconocer el triunfo de Biden, cuando líderes de Alemania, España, Gran Bretaña, Francia, India, Zimbabwe, Canadá, Argentina, Costa Rica, Chile, Colombia, Panamá, Venezuela, entre varios, ya lo reconocieron. "Vamos nosotros a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales, no queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera y queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y respeto del derecho ajeno", señaló en conferencia. He allí una declaración tan hecha justamente a la "ligera" cuando no se tiene ni la más remota idea de las complejidades del proceso electoral de Estados Unidos y de sus repercusiones tanto políticas, económicas y, sobre todo, la lucha contra la pandemia. "Queremos esperar a que legalmente se resuelva el asunto de la elección", agregó cuando Biden ya obtuvo la mayoría de los 270 votos del Colegio Electoral, por lo que tiene derecho de ocupar la Presidencia. En otras palabras, aunque Trump proteste, patalee, vocifere, mande tuits, se pelee con su familia y se niegue rotundamente a reconocer el triunfo del demócrata, no hay vuelta atrás. Trump ya perdió, ya se amoló, ya valió, ya se fregó y, como dirían los clásicos, ¡ya se la peló!
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores