Esta última semana tuve la gran fortuna de viajar con mi papá a Nueva York. Como todo buen viaje, floreció una gran convivencia, unas excelentes anécdotas y unas importantes reflexiones. Es un goce viajar y es una riqueza volver a hacerlo. Las circunstancias nos limitaron este tan importante acto por un tiempo, ¡pero ya regresamos! Aeropuertos y corazones llenos. Espero la vida me llene de viajes, algo cliché, pero es sin duda la mejor inversión.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.