Los siete bailarines de la compañía, ataviados en ligeros atuendos purpúreos, marrones y gris arena, ruedan en el piso, corren, saltan, se contorsionan. Crédito: Tomás Martínez
"¿Qué va haber aquí, joven?", pregunta un hombre a la entrada del Salón Adolfo López Mateos. "Es danza contemporánea, señor", le responden y de pronto el paseo dominical por Los Pinos adquiere otra dimensión.