OPINIÓN

El feminicidio de Abril responde tanto a la violencia machista de su marido como a la ineficacia del sistema de justicia

Abril y Karen

Jorge Volpi EN MURAL

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La primera mujer sufre durante diez años los celos de su esposo, director de la filial mexicana de una gran trasnacional. Según el relato de una de las hijas y el hermano de la mujer, su violencia no hace sino incrementarse hasta el momento en que, en vez de acudir a terapia de pareja, el ejecutivo intenta estrangularla. A partir de ese punto, ella toma la decisión de buscar el divorcio. Los celos del esposo aumentan y, una noche, mientras le mujer duerme, la golpea con un bate de beisbol. La mujer lo denuncia entonces por intento de feminicidio. El hombre es detenido pero, por instrucciones de tres jueces, no tarda en ser liberado. Al poco tiempo, mientras la mujer viaja en su coche al lado de su abogado y sus dos hijos, dos sujetos le dan alcance en una motocicleta y le disparan en la nuca y la espalda. Todas las sospechas apuntan a que los sicarios fueron contratados por el marido, tal como denuncia la hija de ambos. Las consecuencias: dos de los jueces -pero no el magistrado que revisó la sentencia- han sido suspendidos, el presunto agresor -en paradero desconocido- se ha declarado inocente y la Procuraduría aún se prepara para arrestarlo.