Somos millones de mexicanos los que formamos parte de la clase media de este país, que sin lugar a dudas ha sido el motor de los cambios más importantes en el ámbito social, cultural, económico y político. Somos aspiracionistas, sí; tenemos sueños, trabajamos para salir adelante, no tenemos la vida resuelta, pero nos esforzamos todos los días para brindarles a nuestros hijos un mejor porvenir.