A mi trabajo llego levemente sudado y algo asoleado. Me quito mi chaleco que me hace semejante a un árbol de navidad, libero mi mochila del cobertor reflejante y dejo mi casco sobre el escritorio. Tomo un poco de agua y comienzo a trabajar, llego sin prisa y con una inyección de endorfinas. Cumplo tres meses utilizando la bicicleta como mi principal medio de transporte.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.