Sí, todavía amanecemos los 8 de marzo con mensajes de felicitación, con tarjetas digitales ilustradas con flores rojas y rocío matinal, llenas de mensajes erróneos: el ser más bello, la guerrera incansable, la que sonríe y es invencible, la que "no hay que entender, sino amar", las que "lo dan todo" que "qué haríamos sin ellas".
Sofía Orozco
Es tapatía, chef repostera por casualidad y periodiquera por afición. Desde una perspectiva ciudadana, analiza y critica lo cotidiano.