OPINIÓN

No tiene por qué ser asombroso: el mundo siempre ha sido y seguirá siendo de los jóvenes

37 años

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

5 MIN 00 SEG

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Leo el artículo que escribió el novelista Antonio Muñoz Molina a raíz de su visita a Guadalajara para participar en la Feria Internacional del Libro. No ha sido su primera vez, sabe de qué se trata, a dónde llega. Como otras muchas "personalidades" agasajadas por la Feria, por sus editoriales, por la Universidad de Guadalajara, las condiciones de su estancia fueron de privilegio: habitación en las alturas del hotel vecino a la Expo, restaurantes lujosos -cuyo fulgor lo deslumbra tanto como el de las gasolineras-, traslados en "todoterrenos que parecen hechos a la escala de las autopistas de Texas". Y lo impresionan en especial los contrastes que advierte y los que tiene que conformarse con imaginar: "no podré comprender bien el enigma de la ciudad porque me dicen que no es seguro para un forastero pasear por ella". Es un testimonio que importa, creo, porque Muñoz Molina es un escritor muy atendible (uno de esos que sí vale la pena que inviten a la FIL, vaya), pero también por su honestidad -y a ver si vuelven a invitarlo-: el autor sabe que, fuera de esa circunstancia privilegiada, la realidad de Guadalajara está hecha en gran medida de desigualdad, injusticia, violencia, desesperanza.